Edificios del CESA y el IDAC podrían quedar incomunicados vía terrestre.
Por Ricardo Rojas Vicioso.

Un tramo de unos kilómetros de caliche que va desde el Aeropuerto Internacional de las Américas, hasta el edificio principal de este importante cuerpo tiene una gran cantidad de hoyos muchos de los cuales han aumentado su tamaño y profundidad con cada lluvia que le cae, lo que además le permite acumular una gran cantidad de agua y lodo.
Los vehículos deben transitar por todo el trayecto a muy baja velocidad y las amenazas de las lluvias propias de la temporada ciclónica podrían empeorar, esta situación de deterioro tornando el tramo más intransitable para carros pequeños.

Esta situación también afecta a las personas que por alguna razón tiene que visitar, no sólo el edificio del CESA, si no que también quienes tenga que ir al del IDAC contiguo tendrán que lidiar con el incomodo y enlodado camino y empolvorizó cuando no está lloviendo.
El trayecto por su acelerado deterioro presente una amenaza a los conductores, que además puede producir alguno tipo de daños, al tren delantero especialmente los amortiguadores, terminales y punta de ejes.


Además el entorpecimiento a las labores de estas instituciones con la responsabilidad que ambas tiene, en la seguridad aeroportuaria, podría poner en peligro en algún momento este importante sector del transporte.
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