
Por Ricardo Rojas Vicioso.
Santo Domingo R.D. El pasado martes en la ciudad de San Cristóbal, un hombre asesinó a una mujer de nacionalidad española y a su acompañante para luego el mismo quitarse la vida.
Pero en el ensanche Ozama Wilson de 51 años, asesinó a Raquel de 41, luego de haber procreado cuatro hijos y 20 años juntos por los mismos motivos
Pero en el ensanche Ozama Wilson de 51 años, asesinó a Raquel de 41, luego de haber procreado cuatro hijos y 20 años juntos por los mismos motivos
Los asesinatos tienen semejantes impulsos, es siempre el mismo un triangulo amoroso donde uno de la pareja quiebra o traiciona su compromiso sentimental y le da paso a una tercera persona.
Cuando es el hombre que cambia de casa o de pareja, la situación por parte de la mujer es menos peligrosa; pero cuando la mujer es que lo hace adquiere un peligro mortal.
Pero esto son parámetros que no son medidos por las autoridades o grupos que luchan contra esta violencia, regularmente buscan una sanción ejempla rizadora una condena de 20 ó 30 años para el hombre en los casos donde el queda vivo.
Sucede que automáticamente esa persona se quita la vida no hay a nadie a quien cobrarle este acto salvaje y violento a la mujer. La policía, la justicia y los grupos femeninos llegan muy tarde a la escena del crimen, cuando ya no hay nada que hacer.
Los movimientos femenino y la justicia feminizada, piensa igual que todas las mujeres olvidando la mentalidad de los hombres y la crianza arraigada dominicana, cuyo comportamiento lo etiquetan como machista.
Pero lo cierto del caso es que cuando un hombre es engañado o traicionado por su compañera se convierte en un enfermo, una bomba de tiempo un desesperado capaz de hacer cualquier cosa un tigre, una bestia herida y con esto no quiero justificar ese tipo de acción criminal pero si puntualizar una situación real que se quiere ignorar.
Antes que ver el punto de vista de la mujer también tenemos que colocarnos desde la posición masculina que es la más peligrosa, concienciar a las mujeres de que cuando tiene una pareja debe de manejarse con prudencia y tener mayor respeto por los sentimientos masculino, y conocer mejor al hombre antes de entregarle su amor para que no cometan un error y luego tengan que dejarlo para buscase otro como si fuera un objeto cualquier que se compra en un supermercado o ferretería y luego se dejar.
El hombre dominicano no acepta eso y ante prefiere que lo maten o matarse eso ha sido siempre la respuesta que recibe la justicia cuando pasa eso el victimario se suicida dejando a la justicia con la sed de condenar al culpable.
La situación es que el victimario también en el proceso de violencia se vuelve otra víctima con un suicidio automático ya que está consciente de que le caerá todo el repudio de la sociedad y el peso de la ley.
Como verán cuando ocurre un femenicidio debe de haber un hombre responsables para la sociedad vengarse y castigarlo con todo el peso de la ley, en esto es que se ha quedado la lucha contra la violencia en condenas sin llegar a la raíz del problema, mientras las mujeres cometen los mismos errores una y otras vez, sin que estas muertes las hagan entrar en razón.
Los jueces se quedan esperando el responsable de este crimen y sin darse cuenta que él también se fue con su víctima, cuyo amor va más lejos de la compresión de la justicia o de los grupos femeninos que combaten rabiosamente estos hechos sin llegar a tener un éxito perceptible.
Debemos dar un giro a nuestras raíces e implementar una campaña y retomar los valores morales, respeto donde las mujeres se preocupen en conocer su pareja y lo más importante buscar una forma de convencerse, si realmente es la persona que real y efectivamente quieren.
El comportamiento digno, la decencia la moralidad y educación será la única herramienta viable que permitirá frenar esa violencia con una valoración más respetuosa de las relaciones sentimentales
Los aires de modernismo insuflados por grupos femeninos, y una feminización de la justicia, han llevado a la mujer dominicana a valentonarse y realizar acciones indelicadas, cosas que antes, eran imposibles a un nivel donde ha ido perdiendo el respeto y el valor como mujer.
Cuando carajo vamos a usar el cerebro, el sentido común la inteligencia y no el fanatismo y la presión grupal para buscar resolver los problemas sociales.
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